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LEED o EDGE ¿Cúal es el indicado para cada proyecto inmobiliario?

Exclusivo edificio residencial de arquitectura moderna, caracterizado por su elegante fachada blanca y atractivos balcones geométricos que integran vegetación y plantas, creando un entorno natural dentro del espacio privado. Este desarrollo inmobiliario premium cuenta con certificación LEED, garantizando altos estándares de eficiencia energética y sostenibilidad. Rodeado de jardines exuberantes y amplias áreas verdes, la propiedad destaca como una oportunidad incomparable para inversionistas o compradores que valoran el diseño contemporáneo, la exclusividad y el compromiso ambiental en una ubicación privilegiada.

El sector inmobiliario y de la construcción busca contribuir de manera positiva al cambio climático, lo cual representa tanto un reto como una oportunidad para empresas responsables con el medio ambiente.

Para Armando Turrent, CEO de Reserva Santa Fe, un pensamiento común a nivel mundial es que el sector del transporte es el principal contaminante, sin embargo, este emite solamente el 25% de emisiones de CO2 y la construcción hasta el 42% en el mundo entero. 

“En países desarrollados esto aumenta hasta el 65 por ciento”, detalla el experto en entrevista para Inmobiliare. 

Turrent agrega que un edificio no solo contamina durante el periodo de obras, sino que continúa generando una huella de carbono durante toda su operación, la cual es más larga que un vehículo y obliga a los desarrolladores a repensar la situación de los inmuebles.

En los últimos años, el interés por la sostenibilidad ha crecido, debido a la necesidad de cumplir con Objetivos de Desarrollo, y una forma de medirlos de manera correcta son los sistemas de certificación verde, herramientas que reconocen factores como eficiencia energética, uso de materiales, impacto ambiental, salud y bienestar de los ocupantes de los edificios. 

Pese a que existe una gran variedad de opciones para cada necesidad del proyecto, LEED y EDGE son las más reconocidas a nivel mundial, debido a su amplia adopción, rigurosidad en los criterios de evaluación y los beneficios tangibles que ofrece, tanto para el medio ambiente como para la economía y la sociedad.  

Cuatro bicicletas, estacionadas ordenadamente en un moderno bicicletario sobre una acera urbana, reflejando el estilo de vida activo y la movilidad sostenible del entorno. Frente a ellas, una calle de tránsito moderado realza la accesibilidad de la zona. Al fondo, un imponente edificio corporativo certificado LEED se eleva sobre el paisaje urbano; su fachada acristalada y arquitectura contemporánea destacan los más altos estándares internacionales en eficiencia energética y sostenibilidad. Esta propiedad representa una oportunidad exclusiva para inversores o compradores que buscan ubicaciones premium con un fuerte compromiso medioambiental, conectividad privilegiada y alto valor patrimonial.
LEED y EDGE son certificaciones reconocidas a nivel mundial, debido a su amplia adopción, la rigurosidad de evaluación y los beneficios que ofrece a los proyectos. Foto: Freepik

Aunque ambas son herramientas valiosas, al momento de elegir, los desarrolladores podrían confrontar la interrogante sobre cuál es la certificación óptima para cada proyecto.

  • LEED (Leadership in Energy and Environmental Design)

Esta primera certificación, desarrollada por el U.S. Green Building Council (USGBC), evalúa múltiples aspectos de un edificio a través de un sistema de puntuación en diferentes categorías, como energía y atmósfera; materiales y recursos; o calidad ambiental interior, otorgando una certificación basada en el nivel de cumplimiento alcanzado.

  • EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies

Por otro lado, EDGE es una certificación desarrollada por el International Finance Corporation (IFC), una entidad del Grupo del Banco Mundial, y su enfoque principal es mejorar la eficiencia en el uso de recursos en los edificios, incluyendo energía, agua y materiales de construcción. 

Para obtener la certificación EDGE, un edificio debe demostrar una reducción del 20% en el consumo de energía, agua y energía incorporada, comparado con un edificio de referencia tradicional. 

Principales diferencias: nivel de detalle e inversión

Entre las principales diferencias de LEED y EDGE destaca el nivel de evaluación. La primera abarca una gama más amplia de aspectos, desde la ubicación, materiales utilizados, gestión de residuos, calidad ambiental interior y el uso de agua, mientras que EDGE se centra en la eficiencia de recursos. 

De acuerdo con Magdalena Magaña Páramo, CEO y fundadora de la consultora Specson, LEED es una certificación global ampliamente reconocida, con proyectos certificados en varios países. En cambio, su contraparte, aunque también es internacional, tiene una presencia más fuerte en mercados emergentes y en desarrollo.

Esto también se ve reflejado en el costo y complejidad de cada uno, para la experta, EDGE generalmente se considera menos costoso y complejo de obtener, debido a su enfoque más específico y en la eficiencia de los recursos.

Pese a las diferencias, Magaña Páramo remarca que las dos metodologías promueven la construcción sostenible y la reducción del impacto ambiental de los edificios, por lo que deben considerarse como un sistema apropiado. 

“Ambas desempeñan un papel importante en el impulso de la construcción sostenible y la creación de edificios más eficientes y amigables con el medio ambiente. La elección entre ambas dependerá de las necesidades del cliente y características específicas del proyecto”.

Por ello, señala que para decidir, es fundamental evaluar las características y requisitos específicos del proyecto, así como las metas de sostenibilidad para determinar cuál de las dos certificaciones es la opción más factible y adecuada.

“Tanto LEED como EDGE son valiosas para promover la sostenibilidad en el sector de la construcción y contribuir a un futuro más verde”.

Un hombre vestido con un cárdigan oscuro y pantalones claros posa junto al marco de una puerta de madera, frente a un edificio moderno con certificación LEED. El entorno, rodeado de espacios verdes cuidadosamente integrados, refleja el compromiso con la sostenibilidad y el diseño cómodo que caracteriza a las propiedades premium más exclusivas del mercado inmobiliario. Este escenario resalta la fusión perfecta entre arquitectura contemporánea, eficiencia energética y un estilo de vida distinguido, ideal para inversores o compradores exigentes que priorizan calidad y responsabilidad ambiental en su próxima adquisición.
Armando Turrent, CEO de Reserva Santa Fe.

Opciones para proyectos aún más específicos

También existen otras más específicas como WELL y FITWEL, que se centran en temas de bienestar y salud; o SITES, que se ocupa del diseño urbano y paisajístico, entre otros.  

De acuerdo con Colliers, WELL ha comenzado a tomar mayo relevancia, no solo por lo completa que es, sino que, a raíz de la pandemia, se ha puesto más atención en la búsqueda de espacios sanos y saludables.

Su principal ventaja es mejorar la productividad, el estado de ánimo y la calidad de vida de los ocupantes, por lo que requiere un enfoque especializado en el diseño de espacios saludables. 

Esta metodología se centra en aspectos como la calidad del aire, la iluminación, agua, el acceso a la naturaleza, comodidad térmica o la acústica del espacio, y es ideal para proyectos como oficinas, hospitales e incluso residencias de lujo. 

Además, se evalúan elementos muy específicos y alejados de otras certificaciones, como es el caso de nutrición, mente, movimiento, comunidad e innovación. Por ejemplo, en aspectos como movimiento, la idea es fomentar el uso de diseños de construcción que promuevan el ejercicio, y con esto, la salud física de las personas.

Este invernadero interior de diseño contemporáneo, dotado de amplios ventanales, vigas blancas y paneles de madera, destaca por su exuberante vegetación y enredaderas que envuelven las paredes. Su atmósfera sofisticada—complementada por elegantes áreas sociales con mesas y sillas—lo convierte en un espacio verde excepcional, alineado con los más altos estándares LEED. Un atributo distintivo para proyectos inmobiliarios premium que buscan inspirar e impulsar el bienestar de los residentes o usuarios exigentes.
EDGE generalmente se considera menos costoso y complejo de obtener, debido a su enfoque más específico y en la eficiencia de los recursos.

Living Community Challenge: más allá de una simple certificación

Según Armando Turrent, gran parte de los desarrollos en México cuentan con una estructura metódica muy tradicional y poco innovadora, por lo que se debe aplicar “un cambio de 180 grados en la dinámica de su negocio”. 

En entrevista para Inmobiliare, el experto señala la importancia de las certificaciones, remarcando el valor de marcos de referencia como el Living Community Challenge, el cual busca ir más allá de una simple calificación.

Dicha herramienta, propuesta por el International Living Future Institute (ILFI) para la planificación, el diseño y la construcción, busca crear una relación de simbiosis entre las personas y todos los aspectos del entorno construido.

El principal reto para obtenerla es el cumplimiento al 100% de diferentes categorías de desempeño sobre el uso de materiales y su desempeño futuro. 

“No es una certificación como LEED que dependiendo de cuántas palomitas obtengas, te califica como Plata, Oro o Platino, aunque sigas contaminando en determinada medida. El Living Community Challenge busca reducir toda la contaminación y lograr la huella cero durante toda la vida útil del edificio”.

¿Qué se necesita para obtener esta certificación? 

La certificación Living Community Challenge evalúa siete capítulos (llamados pétalos), que a su vez tienen 20 imperativos, estos van relacionados con el uso de agua, energía, salud y felicidad de los habitantes, materiales, belleza, etc. 

“Esto garantiza que tu edificio o comunidad tenga un impacto cero sobre el medio ambiente y ahí es donde empieza la arquitectura regenerativa, es decir, crear una estructura ecológicamente sostenible que aporte algo más a la naturaleza”.

Respecto a estos puntos, Turrent afirma que el agua es uno de los más complejos y se encuentra entre los mayores retos para quienes buscan aprobar. 

“Para nosotros es sumamente relevante, por lo que optamos por ciclos cerrados en Reserva Santa Fe. Captamos flujo pluvial y la tratamos hasta alcanzar un grado de potabilidad cumpliendo normas de contacto humano”. 

Finalmente, Turrent asegura que certificaciones tan completas como estas también evalúan el destino final de los materiales y los recursos naturales. 

“Nosotros enviamos el agua ya tratada a los lagos, cumpliendo exclusivamente fines ambientales y de paisaje. Así, regulamos el flujo y hace que la permeabilidad sea mucho más constante, recargando el manto freático y evitando contaminar los pueblos cercanos con aguas negras, las cuales se vierten normalmente en arroyos”. 

Por Juan Rangel

Este es un texto de la edición 150 de la revista Inmobiliare, dale CLIC AQUÍ para descargar.

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